El deporte es valioso para el cuerpo, sin embargo para un individuo novato es un trabajo sin límites. Por lo tanto, en primer lugar decir que si eres nuevo, no debes de comenzar rápidamente a practicar un ejercicio duro.
Lo mejor es empezar de una manera sencilla con paseos,
estiramientos, respiraciones, y ejercicios musculares básicos durante unos
30-60 minutos. Después de siete días, puedes cambiar los paseos por una carrera
de 15 minutos junto con los estiramientos e ir aumentando la carrera en 5
minutos cada día.
De esta forma, el cuerpo podrá adaptarse sin ningún problema
y en la siguiente semana, ya podrás ir incrementando la intensidad de los
ejercicios poco a poco:
Si necesitas fortalecer todos los músculos, puedes comenzar
a realizar ejercicios de musculación. Además, las clases de yoga pueden serte
extremadamente útiles, ya que el yoga trabaja todos los músculos además de
ayudarnos a entrar en sintonía con nuestro cuerpo. 30 minutos de pesas y 10-15
de yoga podrían ser suficientes durante las primeras semanas.
Después del yoga, lo ideal es relajarse y sintonizar con la
música que usted prefiera, y antes de irse a dormir, dar un paseo de 40
minutos, con el objetivo de que el cuerpo se vaya relajando gradualmente.
Además, respirar el aire exterior puede facilitarte mucho el proceso de irte a
la cama ya que tiene un impacto tranquilizador en el cerebro, y hace que tanto
el cuerpo como la mente estén totalmente renovados.
Pasando al tema de la nutrición, tenemos que ser conscientes
de que la ingesta de comida no debe disminuir rápidamente sino progresivamente.
Puedes comenzar reduciendo los
carbohidratos y comiendo productos sanos como frutas y verduras mientras
reduces la ingesta de alimentos procesados.
Los refrescos altamente azucarados deben ser eliminados del
régimen de alimentación ya que son excepcionalmente problemáticos a la hora de
perder peso. Estos, pueden ser sustituidos por alimentos lácteos como la leche (sin
pasarse) o simplemente por agua.
Además, puede ser una buena idea el comenzar a incluir trigo
sarraceno (hay un plato impresionante para ponerse en forma, el trigo sarraceno
mezclado con kéfir) ya que ayuda a limpiar totalmente el cuerpo.
Por supuesto, hay que tener en mente que es difícil cambiar el
estilo de alimentación, así que con esto también debemos de hacer todo
lentamente. Por ejemplo podemos empezar a añadiendo unos pocos vegetales crudos
a nuestro régimen de alimentación y poco a poco ir reemplazando los demás
alimentos que veamos que son poco saludables.
Para que el cuerpo pueda soportar mejor el entrenamiento y
los cambios en la alimentación, podemos añadir de vez en cuando lo que se
conoce como “cheat meal” que no es otra cosa que un pequeño salto de dieta
puntual pero a ser posible, realizarlo
comiendo más cantidad de productos sanos en vez de irnos a productos como las
pizzas o la bollería industrial.
El enfoque característico para cambiar sus patrones de
alimentación suele ser el comer 50/50 primero y progresivamente suplir la mitad
de un alimento inapropiado con el alimento correcto, moviendo la paridad en un
5% cada par de días.